martes, 17 de julio de 2012





Palabras de despedida a mis alumnos de primer grado

Los quiero muchísimo y los voy a extrañar aún más, pero jamás olviden que…

¡ un pedacito de sus corazones estará siempre en el mío!


      ¡Han terminado de cursar ya el primer grado!...¡Qué increíble!...¿no les parece?
Pareciera que apenas hace unos días llegaban por primera vez al salón llenos de gran emoción porque …¡ya estaban en primaria!.. Sus caritas y sus cuerpos  aún guardaban la redondez propia de los niños preescolares, y en algunas de ellas se podía observar, alegría, preocupación, susto, gusto…que muy  pronto fue cambiando por confianza y tranquilidad.

     Desde los primeros días me sorprendió su capacidad para organizarse, para planear con responsabilidad su trabajo diario y cumplirlo;  su capacidad de observar, descubrir, razonar, y sobre todo de cómo poco a poco empezaron hacerse responsables de sus propias adquisiciones a través del manejo personal de los instrumentos de trabajo dispuestos en el salón. Algo que me gustaba mucho de ustedes era cuando venían a manifestar su alegría de haber cumplido cualquier tarea por ustedes mismos; escucharles cuando expresaban lo que habían entendido, lo que habían descubierto y habían realizado, expresiones como, ¡ya terminé mi plan de español!...¡sólo me faltan los ejercicios del libro para terminar matemáticas!...y a partir de ahí animarles en sus progresos suscitándoles la necesidad de dar un paso más; alegrarme con ustedes de sus pequeñas victorias; convencerles de que eran capaces de eso y mucho más; darles la confianza, darles la certeza de que pueden llegar a ello, que pueden avanzar perfeccionarse, crecer.

     Me sorprendió también mucho  el interés que desde el inicio del curso mostraron siempre por la lectura, y poder  constatar a lo largo del curso cómo,  gracias a ella,  entraron triunfantes al dominio propio de la inteligencia y las ideas. Disfruté enormemente leerles historias y cuentos, pero más aún, verlos en el Taller de Lectura, realizar lecturas en voz alta, compartir anécdotas, aprender palabras nuevas y su significado, participar con entusiasmo, compartir sus reflexiones y escuchar con respeto las opiniones de los demás.

      ¿Alguna vez alguien les había dicho que cada uno de ustedes tiene un gran corazón y qué son muy generosos? …¡Pues es así!...y me lo demostraron en muchas ocasiones llenándome de regalos en las festividades, haciéndome una fiesta sorpresa por mi  cumpleaños, escribiendo notitas de agradecimiento a César, el papá de Bety- por compartir con nosotros todas esas hermosas lecturas, cuando consolaron a alguno de sus compañeros porque había recibido un regaño, cuando se alegraron y felicitaron a Toño cuando metió todos esos  goles en los partidos de fútbol…

     Fueron muchos momentos gratos los que compartimos a lo largo de estos diez meses: proyectos, la llegada de Santa Claus a la escuela, festivales, homenajes a la Bandera, el cocktail y taller del libro, su presentación final de inglés, y algo que nos gustaba mucho hacer, jugar a Doña Blanca, A pares y nones, a Caperucita y el lobo…haciendo todo ello gran alegría y entusiasmo.

     Por todo ello, quise escribirles estas palabras, esperando que guarden en sus corazones cada uno de estos lindos momentos, asegurándoles que en el mío ya quedaron inscritos y forman parte de algunas de las  páginas más agradables y queridas en mi paso por la docencia.

       Desde aquí reciban un abrazo de “oso” y todo mi cariño…¡Son los mejores!!!!

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