Palabras
de despedida a mis alumnos de primer grado
Los quiero muchísimo y los voy
a extrañar aún más, pero jamás olviden que…
¡ un pedacito de sus corazones
estará siempre en el mío!
¡Han terminado de cursar ya el primer
grado!...¡Qué increíble!...¿no les parece?
Pareciera que apenas hace unos
días llegaban por primera vez al salón llenos de gran emoción porque …¡ya
estaban en primaria!.. Sus caritas y sus cuerpos aún guardaban la redondez propia de los niños
preescolares, y en algunas de ellas se podía observar, alegría, preocupación,
susto, gusto…que muy pronto fue
cambiando por confianza y tranquilidad.
Desde los primeros días me sorprendió su
capacidad para organizarse, para planear con responsabilidad su trabajo diario
y cumplirlo; su capacidad de observar,
descubrir, razonar, y sobre todo de cómo poco a poco empezaron hacerse
responsables de sus propias adquisiciones a través del manejo personal de los
instrumentos de trabajo dispuestos en el salón. Algo que me gustaba mucho de
ustedes era cuando venían a manifestar su alegría de haber cumplido cualquier
tarea por ustedes mismos; escucharles cuando expresaban lo que habían
entendido, lo que habían descubierto y habían realizado, expresiones como, ¡ya
terminé mi plan de español!...¡sólo me faltan los ejercicios del libro para
terminar matemáticas!...y a partir de ahí animarles en sus progresos
suscitándoles la necesidad de dar un paso más; alegrarme con ustedes de sus
pequeñas victorias; convencerles de que eran capaces de eso y mucho más; darles
la confianza, darles la certeza de que pueden llegar a ello, que pueden avanzar
perfeccionarse, crecer.
Me sorprendió también mucho el interés que desde el inicio del curso
mostraron siempre por la lectura, y poder
constatar a lo largo del curso cómo, gracias a ella, entraron triunfantes al dominio propio de la
inteligencia y las ideas. Disfruté enormemente leerles historias y cuentos,
pero más aún, verlos en el Taller de Lectura, realizar lecturas en voz alta,
compartir anécdotas, aprender palabras nuevas y su significado, participar con
entusiasmo, compartir sus reflexiones y escuchar con respeto las opiniones de
los demás.
¿Alguna vez alguien les había dicho que
cada uno de ustedes tiene un gran corazón y qué son muy generosos? …¡Pues es
así!...y me lo demostraron en muchas ocasiones llenándome de regalos en las
festividades, haciéndome una fiesta sorpresa por mi cumpleaños, escribiendo notitas de
agradecimiento a César, el papá de Bety- por compartir con nosotros todas esas
hermosas lecturas, cuando consolaron a alguno de sus compañeros porque había
recibido un regaño, cuando se alegraron y felicitaron a Toño cuando metió todos
esos goles en los partidos de fútbol…
Fueron muchos momentos gratos los que
compartimos a lo largo de estos diez meses: proyectos, la llegada de Santa Claus
a la escuela, festivales, homenajes a la Bandera, el cocktail y taller del
libro, su presentación final de inglés, y algo que nos gustaba mucho hacer,
jugar a Doña Blanca, A pares y nones, a Caperucita y el lobo…haciendo todo ello
gran alegría y entusiasmo.
Por todo ello, quise escribirles estas
palabras, esperando que guarden en sus corazones cada uno de estos lindos
momentos, asegurándoles que en el mío ya quedaron inscritos y forman parte de
algunas de las páginas más agradables y
queridas en mi paso por la docencia.
Desde aquí reciban un abrazo de “oso” y
todo mi cariño…¡Son los mejores!!!!
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