martes, 17 de julio de 2012


OPERACIÓN “PUERTAS ABIERTAS”
                                               Por Patricia Olavarrieta Díaz

“Venid y ver, y luego pongan manos a la obra”
Sólo la experiencia convence; la de los demás puede servir de algo:
Vengan a la escuela y trabajen en clases personalizadas

     En este curso escolar abrimos nuevamente las puertas a todos los padres de familia y los invitamos a que vinieran a los salones de clases y se dieran  la oportunidad de realizar,  al igual que sus hijos, una hora de trabajo opcional, y se pusieran en marcha utilizando las indicaciones, las programaciones los instrumentos de trabajo que guían la adquisición de las nociones, los ejercicios, las consultas de libros y de documentos, los intercambios entre los padres asistentes y con el profesor… y lo hicimos porque estamos convencidos de sólo se cree verdaderamente lo que se ha constado y vivido.

     Deseábamos que se dieran la oportunidad de vivir la experiencia que día a día vivencian sus hijos, animándoles a que dieran este primer paso, y al hacerlo realizaran un acto personal por decisión personal.

     La propuesta fue recibida de manera entusiasta por muchos padres de familia que asistieron con gusto a las sesiones planeadas porque han podido constatar los beneficios que esta  enseñanza personalista y comunitaria reporta a sus hijos.

     En las puestas en común que tuvimos al final de cada jornada de trabajo muchos padres comentaron que en ocasiones les asombraban  las reflexiones hechas por los niños en casa,  la curiosidad intelectual que manifiestan,  su espíritu de investigación y  su actitud más consciente y responsable. Esa es una de las razones por las que asisten a las sesiones, porque quieren informarse con los profesores, quieren comprender.

     A veces, al principio, se extrañaban porque “no se aprende ya como antes”, “como ellos han aprendido”, pero muy pronto  se convirtieron  en fervientes partidarios de una formación cuyos frutos presienten y que prepara a los niños para la vida, para el porvenir.

     Un proyecto educativo como el de nuestro colegio,  pensado, mejorado, adaptado a la experiencia permite resolver los pequeños problemas que necesariamente se plantean en el día a día, pero cuando se esta de acuerdo en el fondo sobre lo esencial, es decir, sobre la educación, un proyecto educativo, una verdadera colaboración y participación se organizan con bastante facilidad.
Existen ya comunidades educativa que dan el ejemplo de ello, la escuela “Rafael Díaz Serdán es una muestra de ello.

    Desde este sitio quiero darles las gracias a los papás y mamás de primer grado que respondieron a mi llamado y asistieron a las sesiones de trabajo, porque gracias a su activa participación, no sólo en esta, sino en todas las actividades propuestas, nuestra comunidad educativa quedó con esto ampliada, más viva y más eficaz. El proyecto pedagógico de  los profesores, la formación personal y comunitaria de los niños se convirtieron así no sólo en objetivo de la escuela, sino de ustedes los padres: la escuela no es ya la única que se ocupa de la formación  personal y comunitaria de sus hijos, ni su educación está separada de la vida.

La invitación es que el próximo curso continúen vinculándose con el colegio de la manera tan responsable y entusiasta como lo hicieron en este curso que terminó, está actitud de persona a persona que mantuvieron conmigo inició pronto relaciones personales que aprecié y valoré profundamente y que añadió y desprendió a su alrededor un halo de calor y alegría, y creó ese clima educativo que hoy en día tantos niños, pequeños y grandes, y tantos profesores necesitan para interesarse por la escuela, para trabajar y progresar en la escuela y que todos necesitamos para vivir, y son la base de una formación personal y comunitaria.

























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