OPERACIÓN
“PUERTAS ABIERTAS”
Por Patricia Olavarrieta Díaz
“Venid y ver, y luego pongan
manos a la obra”
Sólo la experiencia convence;
la de los demás puede servir de algo:
Vengan a la escuela y trabajen
en clases personalizadas
En
este curso escolar abrimos nuevamente las puertas a todos los padres de familia
y los invitamos a que vinieran a los salones de clases y se dieran la oportunidad de realizar, al igual que sus hijos, una hora de trabajo
opcional, y se pusieran en marcha utilizando las indicaciones, las
programaciones los instrumentos de trabajo que guían la adquisición de las
nociones, los ejercicios, las consultas de libros y de documentos, los
intercambios entre los padres asistentes y con el profesor… y lo hicimos porque
estamos convencidos de sólo se cree verdaderamente lo que se ha constado y
vivido.
Deseábamos que se dieran la oportunidad de vivir la experiencia que día
a día vivencian sus hijos, animándoles a que dieran este primer paso, y al
hacerlo realizaran un acto personal por decisión personal.
La
propuesta fue recibida de manera entusiasta por muchos padres de familia que
asistieron con gusto a las sesiones planeadas porque han podido constatar los
beneficios que esta enseñanza
personalista y comunitaria reporta a sus hijos.
En
las puestas en común que tuvimos al final de cada jornada de trabajo muchos
padres comentaron que en ocasiones les asombraban las reflexiones hechas por los niños en
casa, la curiosidad intelectual que
manifiestan, su espíritu de
investigación y su actitud más
consciente y responsable. Esa es una de las razones por las que asisten a las
sesiones, porque quieren informarse con los profesores, quieren comprender.
A
veces, al principio, se extrañaban porque “no se aprende ya como antes”, “como
ellos han aprendido”, pero muy pronto se
convirtieron en fervientes partidarios
de una formación cuyos frutos presienten y que prepara a los niños para la
vida, para el porvenir.
Un
proyecto educativo como el de nuestro colegio, pensado, mejorado, adaptado a la experiencia
permite resolver los pequeños problemas que necesariamente se plantean en el
día a día, pero cuando se esta de acuerdo en el fondo sobre lo esencial, es
decir, sobre la educación, un proyecto educativo, una verdadera colaboración y
participación se organizan con bastante facilidad.
Existen ya comunidades educativa que dan el
ejemplo de ello, la escuela “Rafael Díaz Serdán es una muestra de ello.
Desde
este sitio quiero darles las gracias a los papás y mamás de primer grado que
respondieron a mi llamado y asistieron a las sesiones de trabajo, porque
gracias a su activa participación, no sólo en esta, sino en todas las
actividades propuestas, nuestra comunidad educativa quedó con esto ampliada,
más viva y más eficaz. El proyecto pedagógico de los profesores, la formación personal y
comunitaria de los niños se convirtieron así no sólo en objetivo de la escuela,
sino de ustedes los padres: la escuela no es ya la única que se ocupa de la
formación personal y comunitaria de sus
hijos, ni su educación está separada de la vida.
La invitación es que el próximo curso continúen
vinculándose con el colegio de la manera tan responsable y entusiasta como lo
hicieron en este curso que terminó, está actitud de persona a persona que
mantuvieron conmigo inició pronto relaciones personales que aprecié y valoré
profundamente y que añadió y desprendió a su alrededor un halo de calor y
alegría, y creó ese clima educativo que hoy en día tantos niños, pequeños y
grandes, y tantos profesores necesitan para interesarse por la escuela, para
trabajar y progresar en la escuela y que todos necesitamos para vivir, y son la
base de una formación personal y comunitaria.